13 abr 2010

Se hace camino al andar.

Una calle cuenta mucho, es como la señora de la esquina que no pasa sábado sin copuchar con la vecina sobre cualquier banalidad. Puede parecer muy simple: una larga linea de pavimento con espacios para caminar a los costados, de repente con árboles, otras con apenas espacio para que pasen dos personas al mismo tiempo. Pero va mucho más allá, cuando veo una calle veo el transcurso lento de los años y el rápido pasar de los camiones que dejan huellas, veo un hombre enamorado hasta las patas -y lo sé no sólo por las flores que lleva, sino por el brillo inconfundible que reparte por donde pasa-. En una calle veo personas con el reloj pegado a la cara, otras que van tranquilas por la vida, y me pregunto: ¿si me viera pasar, en qué grupo caería? .. No tengo la menor idea.

Una calle cuenta mucho. Me muestra sus avances, sus desperfectos, se desnuda ante mis pensamientos. Me muestra las diferencias entre las madres maniáticas que no se hacen tiempo de enfrentar los problemas con su familia y las familias normales -dentro de lo que se puede ser normal en estos días-. Me muestra alguien que, tal como dice Fito, se pasó la vida viendo cómo hacen el mundo en vez de hacerlo él mismo. Me muestra alguien que se levantó y decidió caminar a pesar de tener una pena en los hombros.

Y al final de la calle lo digo: no tengo reloj.

1 comentario:

  1. Me gustó, te lo dije. Deja mucho para ver la próxima vez que vaya caminando por la calle.

    Que rico haberte visto, pajarita :D te extrañaba mucho. Abrigate harto para que no te enferme más :B un abrazo, tqm!

    ResponderEliminar

Desembuche.