2 may 2011

Acto Primero.

 
Isabel (Desilucionada.): ¿Y eso era todo? ¿Una institución de caridad? (Se levanta digna.) Muchas gracias, señor. No era una limosna lo que yo esperaba.

Mauricio: Calma, no se impaciente. No se trata del asilo y el pedazo de pan. Lo que estamos ensayando aquí es una beneficiencia pública para el alma.

Isabel (Se detiene.): ¿Para el alma?

Mauricio: De los males del cuerpo ya hay muchos que se ocupan. Pero ¿quién ha pensado en los que se mueren sin un solo recuerdo hermoso? ¿En los que no han visto realizado un sueño? ¿En los que no se han sentido estremecidos nunca por un ramalazo de misterio y de fe? No sé si empieza a ver claro.


Alejandro Casona

1 comentario:

Desembuche.