Y echar a reír.

Enero de 2008 ..

Pasar horas de nada.

Un par de horas sin pensar, sin decir palabras.

Sólo respirando, sí, respirando...

Profunda y calmadamente.

Cerrar los ojos y ver al mundo como es y como lo quiero.

Luego de eso encontrar amigos,

personas que me ayudaron a poder llegar a esa tranquilidad...

Cómo los estimo,

cómo me agrada la compañía de esas personas.

Es relajante escuchar un par de guitarras,

acompañadas de voces ilusionadas con aprender

cada detalle de la canción,

asimilar cada acorde,

para lograr reproducirla con toda seguridad,

complementando con el corazón entregado a la melodía.

Risas, historias y más música...

eso es un día perfecto.

Perfecto para mí.

Rayos, ¡cómo deseo regresar y tener siempre tardes así!

Si tan solo alguien acompañara, esta vez con el mar de fondo..