Bajo el puente del Troll

En ese lugar, justo ahí está el hogar de muchas, muchas cosas.

Con el olor a tabaco y chanel en el aire, banderas flameantes al viento de otoño que se lleva las hojas rojas y amarillas. La música era el principal invitado.
El columpio que se levantó y se cambió de lugar. Se cambió al otro árbol porque a los niños no les gustaba llegar tan alto, y además en el otro árbol estaría acompañado de su hermano, el columpio rojo.
Por el lado derecho la que calló a la piscina, estando oscuro todo. Por segundos salvada por las palabras del mayor. El mayor, que ya tenía varios años encima, cabello blanco y mirada obstinada y recta para sus cosas. El apoyo que creía perdido por cosas de la vida, se hizo presente en forma de salvavidas, como esos naranjos que salen en los dibujos animados. Hubo que dejar la ropa mojada de lado, secar el cabello y las lágrimas, luego cambiar la ropa por una nueva, cálida y seca.
Habían motivos. Hay motivos aún.
Los hemanos gansos, depués de discutir horas y horas, terminaron encerrados en la jaula de menos de 1x1. Nadie supo si resolvieron sus diferencias, entre tanto graznido y aleteo... Al menos supimos que al caer la noche se quedaron quietos (aunque pensándolo bien, no tenía demasiado espacio donde moverse). Son cosas del fútbol, supongo.
Del riachuelo no quedaba mucho, pero algo de agua quedaba en el vaso. Muchos podrían haber creído que no alcanzaría, pero hubo pan para todos e incluso para repetirse, bromear y jugar con él.



Las estrellas preguntaban y reclamaban. No esperaban ser escuchadas por todos, porque estaban pendientes de quién sabe qué.. sólo querían que él las escuchara. Le preguntaban si sus besos de verdad sabían a la mezcla de miel y café. Reclamaban que no hubo respuesta inmediata, y luego reclamaron que buscara. Fue así la historia, ¿o la conté mal?
No supieron las estrellas si era exactamente miel con café, pero saben que eso quedó en la mente de ellos dos. Los dos que unieron sus manos para caminar entre el otoño rojo, en una noche con olor a tabaco y chanel.-

..Y el Sr. Troll siempre desde su puente. Observando. Feliz