No debería hacer las cosas así, no tengo motivos verdaderos para echar todo por la borda. Ser consecuente ante todo. Tengo un amor, tengo amigos, tengo cariño; mi problema no pasa por la falta, sino porque me ciego. Limito lo que me dan los otros y después creo que me hace falta. ¿De qué me estoy quejando? ¡Puras estupideces! quizá no me pasen las mejores cosas, tal vez mi familia no es siempre la mejor, probablemente tenga uno que otro problema con algunos amigos, pero tengo. No puedo tener todo color blanco (no me gusta decir color de rosa), pero tampoco es negro como muchas veces creo; hay matices, todo es un matiz, así de simple. No soy la mejor persona del mundo, tengo defectos que de repente pueden hacerle más mal que bien a los demás, pero sigo aprendiendo. Sigo creyendo que en mi mundo las personas vuelan, yo estoy empezando a despegar los pies del suelo, pero aún no logro volar.
Sólo soy una niña que desea vivir hoy
y, algún día, llegar a volar.
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Desembuche.