31 dic 2009

And you run, and run, and run



Guardar el pasado en el arcón,

trabajar por el cambio de conciencia,
dibujar en el aire una canción.


.. y asi se termina otro año feliz :)

24 dic 2009



.. And as we lie here and let the world fade away
the sunrise tries to end it while we try to stay.



7 dic 2009

Loca ..


Tan, pero tan loca, que ya creo escuchar guitarras sonando donde no hay ni cuerdas. Es extraño, a veces me da miedo, pero no puedo dejar de sonreír.


11 nov 2009

Como dije que sería



Qué importa si mis ojos se pierden ante el mundo que aún desconozco
y se queman bajo el imponente sol de los noviembres de ahora.
Interesarme cada vez menos en tocar el pasto,
oler lo que la vecina cocina de almuerzo
o si aún hay niños que juegan en las calles, como antes.

Poder mantener la imagen de este momento en mi mente me basta,

con tal de saber que existes, ahora, para mi.












Gracias por seis maravillosos meses.

30 oct 2009


Y allí iba caminando,
su cabello desordenado como siempre,
su sonrisa impecable.
Tan simple, distraido,
como caminando sin rumbo fijo.

Caminando hacia mi.


20 oct 2009


Love is all we need


13 sept 2009



Yo grito por esos que no saben,
contra los que creen saber.

26 ago 2009

Poco.


Se camina y se camina, no se avanza,
porque avanzar implica mucho más.
Nos quedamos y nos quedamos,
seguimos aquí porque no conocemos nada más.

Darán las seis, las nueve, las tres de la madrugada
y seguiremos en pie, porque no sabemos hacer otra cosa.
Amarrados o pegados, como sea, pero dentro,
esperando.


Por hoy, lo único por decir ya fue dicho
y necesitarte me queda corto.


15 jul 2009

De los castores y los rostros

Los causantes fueron los que colgaban de los candelabros. Fue lo primero que se especuló, pasados casi treinta minutos de de la catástrofe.

Cada día llegaban a su casa, al principio se quedaban afuera esperando encontrar alguna ventana abierta – parece que, con la edad, era común que a la doña se le olvidaran algunas cosas -. Aunque, con el tiempo, de alguna u otra manera siempre conseguían entrar, por una ventana o, incluso, por algún agujero que ellos mismos hacían con sus afilados y amarillentos dientes ya jubilados de los negocios de la madera. Luego que entraban comenzaban a jugar, inocentemente, por toda la casa. Se comían las cortinas, saltaban en la cama y en varias ocasiones dejaban de ser cinco, eran ocho, quince.

Ese día había siete. No iban por ella, ni les importaba que fueran sus cosas las que destruían. Pero no era precisamente una mueca de enojo lo que se veía en su cara cuando les daba la espalda.

Le dijeron que si no hacía nada le harían un daño irreparable a la frágil casa de madera que tanto había cuidado desde que enviudó. No tenía hijos, era todo lo que le quedaba: su vida y su casa color caramelo. Claro que, extraña como era, doña Eleanor no hizo nada por arreglar los desperfectos, y de paso le permitía a los pequeños intrusos entrar sin problemas. Y cierto día de agosto, se desplomó. Su refugio, su hogar cayó con un estruendo que hasta un sordo podría haber oído, bajo el brillante sol de una adelantada primavera que estaba por comenzar. Todo estaba tranquilo ese día, también ella, que se encontraba tomando el te, sentada placidamente en su sillón favorito mientras observaba sus visitantes y hacía oídos sordos a los quejidos de sus muros.

En efecto, fueron ellos los culpables, pero todo comenzó por culpa de ella.

La encontraron minutos después, seguía en su sillón favorito, había trozos de una taza que al parecer contenía te a su alrededor. En su anciano rostro, entre las arrugas y las astillas de la madera que le cayó encima, se pudo ver una sonrisa.


Ahí se ve hasta donde llega la soledad.

Años después se dijo que había muerto inesperadamente en una iglesia, todo en un intento por conservar en secreto la desgraciada vida que llevaba. Pobre Eleanor, los invasores sobrevivieron todos, corrieron y creo que no fueron siquiera al funeral.

27 jun 2009

En el aire.


Serán demasiado tranquilos y fomes, pero vistos desde distintas perspectivas, esos algodones que se ven en lo alto podrían abrir puertas. Matices, muchos matices. Es increíble ver la diferencia que se nota en el cielo cuando están, un par de tonos más a la acuarela. Y de dormir qué decir, un poco de verde y está todo perfecto, habiendo equilibrio el paraíso está al alcance de cada mano.

Pensamientos típicos de los días en que se podía dar el gusto de caminar. En ocasiones le pedían llevar el pan o un poco de leche, en esos casos sus caminatas se convertían en carreras al darse cuenta de que en cinco minutos debía llegar con todo y aún no estaba ni cerca del negocio. También, otras veces, tenía que comerse las ganas de caminar y tomar la micro, odiaba hacerlo, solo acompañada era capaz de subirse a una sin mostrar el desagrado en la cara.

Era normal, no había que darle tantas vueltas para saberlo. Tampoco hay mucho que decir sobre una niña con el simple hobbie de caminar acompañada de sus ojos – si, acompañada, no solo llevándolos – y una pasión casi indescriptible por observar el mundo.

Cada vez que la veía salir de su casa me saludaba, mientras leía el diario y me fumaba un cigarrillo, y al verla partir nuevamente, fresca como sólo el viento puede hacerla, me preguntaba cuándo será el día en que deje de gustarle observar tanto. Hay que reconocerlo, en este loco mundo hay muchas cosas que a una niña podrían desagradarle, quizás al punto de no querer volver a intentarlo para evitárselas. Y así partió un día, creo que era miércoles. No la vi volver.

Pasaron los años y no la pude olvidar, era normal, pero dentro de tanta normalidad algo había que no me permitió despegarme de sus brillantes ojos, mucho menos dejar de pensar qué fue de ella, con decir que hasta en sueños la veía de vez en cuando. Pero todo cambió la semana pasada. Me la encontré en el centro, por una de esas pocas calles donde los árboles llegan hasta el cielo. Llevaba flores, me reconoció de inmediato. Al rato me confesó que sus amiguitas no eran para nadie en especial, que a pesar de la falta de tiempo sigue teniendo largas caminatas, aunque ahora viva en otro pueblo.

No era la falta de edad o el exceso de inocencia para ver las cosas. Sus ojos aún brillaban, incluso más que antes, y tenía el alma llena de mundo. Se sentía plena, me di cuenta en el momento en que me regaló sus flores y se alejó de mi, radiante como el sol, fresca como el viento, igual que antes.

Eran girasoles, como los que siempre había en el camino a su casa.



14 jun 2009

Shh



Escuchar una guitarra podría ser hasta enfermo en este minuto, donde los oídos se hacen sordos a cualquier cosa que no sea el suave retumbar de los techos con las gotas de agua, graciosas y sutiles, arrasadoras. Creo que habíamos perdido esa sensación, era maravillosa, y la habíamos olvidado por completo.
Con la cara mojada salir corriendo, saltar los agujeros de las calles gritando saludos y bienvenidas, no existe amante de la lluvia al que no le hayan dado ganas de hacerlo.
¿Qué dices? ¿Se cae el cielo? Adelante entonces, aquí lo espero con una sonrisa en la cara.


31 may 2009

Listos, ya.


Solo mírame y di que sí cuando te diga,
con los ojos brillando de emoción,
que siento como si viviera sobre una nube
de esas que se quedan todo el día donde mismo.

Y qué importa que el mundo no lo vea,
me interesa únicamente que no se rompa el hilo,
porque sabemos que cuesta seguir dibujando
después de levantar el lápiz tantas veces.

Como cuando me dijeron que no quedaba nada afuera,
haciéndome creer que la lluvia había perdido,
que el otoño se llevaba mal con la señora primavera
y que los perros con los gatos jamás convivirían.

Yo sí creo que un cactus va bien en la habitación,
por eso te pido que brindemos una vez más,
en honor al fénix que me despierta
cada vez que cierro los ojos sin dejar de mirar.

Y si no entiendes, ¿qué importa?
así eres tú y así soy yo.
Simplemente tiremos el reloj a la basura,
y las sonrisas llegarán solas.


15 may 2009

Lo que entre líneas me encontré.



Si te apresuras sería mejor, pero no corras a la meta, debes correr de espaldas. ¿Te gustaría saludar a tus pequeñas amigas primero? Pues adelante, pero no tardes mucho que tu camino debes seguir. Corre, pequeña, corre, el espectáculo está por comenzar. Quizás no se diviertan, quizás no se rían, pero maravillados quedarán todos, eso te lo aseguro. Y cuando digo todos me refiero a todos, desde la primera piedrecilla que te vea, temblorosa e insegura, frágil como nunca se ha visto a una piedra, hasta el último trozo de carbón de aquel vagón, que se despedirá de ti en la distancia al acabar todo.

No te preocupes, si no resulta hoy podrás intentarlo mañana. Tampoco creas que son ángeles, mucho menos tus jueces. Simplemente son las brillantes luces y los tonos tan perfectamente combinados, que tal vez te asusten al principio, pero no hay nada que te detenga, pequeña, tu sólo sigue corriendo. Apresúrate, no dejes que los colores te atrapen, no tan pronto.



Qué saben de desafiar al viento.


6 may 2009

Así dicen.


Abre bien los brazos y espera a que el viento te deje caer,
lentamente, segundo a segundo.



No quiero que me cuentes un cuento, menos aún si no sabes cómo termina. Bailar un tango sobre la luna nunca estaría de más, hasta con los pies amarrados se podría. Yo lo sé, por eso te lo digo, porque no es cosa de que yo haya hecho todas estas cosas, yo sólo te cuento lo que mis propios ojos han visto, que no ha sido poco te diré.

La melodía era demasiado perfecta, los sonidos demasiado irreales. Aunque instrumentos no habían, y tan locos no estaban. Bueno, tal vez sí, pero yo les creo que era de verdad.

Volviendo al tema del baile, comienzo a creer que no sería muy buena idea. El tango es fuerte, es directo, la luna no soportaría tal muestra de pasión sin ella recibir algo a cambio, ¿no lo crees también? Te lo digo yo que lo he visto, la señora esa puede ser muy caprichosa de vez en cuando y no dudaría en mandarlos a volar lejos. Aunque no se pierde nada con intentar.



Bueno, si estaban más que un poco locos.

29 abr 2009

Otoños

Porque nunca es tarde para soñar, imaginar y volar:
estos son mis diecisiete otoños, y estoy orgullosa de ellos.


Asi de simple.

19 abr 2009

Nosotros, los I



Nunca le gustó el tiempo, no es de querer adelantar o retrasarlo, al menos hasta ahora, que desea con su vida el poder adelantarlo. Llegar al invierno, de preferencia en julio porque hay vacaciones, pleno invierno. Se sentiría realmente en su salsa, con mucha lluvia, temporales incluso. Nada de nieve, no la conoce pero defiende fuertemente su postura de mala onda hacia ella. Así tal cual, dias lluviosos donde una semana entera de libros bastan y sobran para ser feliz, las personas son un elemento más, que no influyen demasiado si están o no, con la simple lluvia o con las llamas de la chimenea basta para acompañar, un café también ayuda. Pero no, queda bastante otoño aún, y sigue haciendo calor algunas veces, por mucho que internamente exista un frío tal como si estuvieramos en medio de una glaciación. Las hojas no han terminado de caer, algunas se rehusan a dejarse vencer por su propia fragilidad, igual que los recuerdos del lado a de las personas.

Nunca aprende, nunca cambian.



17 abr 2009

Cero nueve



Me decepcionas, otoño.
Síganme los buenos, no los extrañados,
porque yo quiero seguir cantando.

13 abr 2009

Te adoro, Inspiración



Tal vez le era extraño también. Sabía que había nacido para mirar y no estaba segura de querer llegar a ver, no tanto porque no quisiera, simplemente no sabía si sería buena haciéndolo. Se le daba bien imaginar, su materia favorita, algo a lo que siempre podría recurrir y sabía que sería mejor que muchos. Y allá las faranduleras estrellas, esas que brillan con todo lo que tienen para impresionar a los que estamos aquí cada noche buscándolas para quedarnos viendolas como estúpidos, haciendo crecer su ego y haciendolas llamar "meta" sin saber a qué se llega cuando se es estrella. Ella lo sabía, así que, si supiera volar, cambiaría rotundamente la ruta para no toparse con ninguna de esas engreídas y quedar ciega.


Prefiero
pasarme la vida creyendo que se puede jugar ajedrez en el plato de cereal con yogurth del desayuno en vez de ser estrella o nube. Y doy fe de ello, porque las nubes también son un tema, repetidas adonde quiera que veas, flotando siempre. Muy fomes, es todo lo que dice al respecto.

¿Qué hacer entonces? La otra noche me pidió consejo. Tranquila y volátil como de costumbre, con la pura mirada llena de inseguridad y palabras simples, pero que juntas se complican más que lana suelta en medio de un tornado. Recuerdo que siempre quiso ser canción, sus ojos café bonito brillaban como nunca ese día, escuchando las suaves y firmes cuerdas del bajo, lo suficientemente lejos de casa. Era perfecto, al menos para mi; quizás para ella no lo fuera tanto. A veces le gustaba dárselas de escritora, hablar inentendiblemente para los demás le era común, sería reconocida por eso almenos. Tantos años y ni ella misma se conoce lo suficiente, es el colmo. ¿Qué me pregunta a mí sobre su vida? debería responderse sola, repito: debería. Con su mirada amplia y sus metáforas, con sus críticas constructivas y miedos, con sus claros pensamientos y complicadas situaciones debería ser lo suficientemente consciente para decidir si quiere que uno más uno sean dos o sean once.

Flores, especialmente amarillas. Siempre espera el día que le digan que se vaya de la ciudad, ansiosa. Tú que estás leyendo esto creerás que las personas son las únicas que pueden hablar, ¿no? Pues muy equivocado estás, las flores también pueden, igual el viento. Aunque es mentira el tema de los colores en el viento, al menos ella está segura y me convenció de eso el otro día. Si las personas no son las respuestas, no se pueden andar inventando fantasías para encontrarlas. Colores en el viento mis polainas, el viento te refresca, te hace pensar, no ver colores.

Hoy también llegó a mi, tampoco supe qué responderle sobre todo. Me dijo súbete ahí, y cántame. Y aquí estoy cantándole, porque sin mí no es nada y yo sin ella no existiría en ninguna parte, por que yo soy su droga y ella mi toque de realidad.


4 abr 2009

El día después de ayer.



No me quiero preguntar el por qué, no me interesa. Si el perro ladró toda la noche o si el papel de las murallas se cae a pedazos me importa poco y nada cuando se trata de personas. Pero no de esas personas que ves todos los dias y a veces no saludas porque estás aburrido de hacerlo siempre. No, no son esas, son las que viven en un lugar por el que pasas comúnmente pero no entras a saludarlas porque "no tienes tiempo". No es que no tengas cinco minutos, es que sabes que si entras y le saludas pasarás mínimo una hora conversando, justamente porque hace mucho que no vas de visita y encuentras un poco grosero el ir a decir hola, que tal y despedirse, alegando que tenemos que hacer otras cosas más importantes que sentarse a tomar un jugo y hablar. Pero estamos mal y, como siempre, nos damos cuenta de la peor forma. Si alguna vez alguien te dice que tu familia siempre va a estar ahí, que son las únicas personas que mantenemos a lo largo de nuestra vida, no le creas. No es verdad, en lo absoluto. Pensar en la certeza de esas palabras es lo que nos ha llevado a siempre retrasarla, poner en primer lugar el visitar a un amigo que vemos casi todos los dias en vez de ir a visitar a algún familiar al que vemos cuatro veces al mes, o incluso menos. Sí, es cierto que para muchos, sobretodo de mi edad, la familia no es primordial. Son personas igual que tú y yo: cometen errores, tienen desperfectos, pueden hacer daño y no siempre toman las mejores decisiones. Dentro de una familia numerosa, de acuerdo, podrán haber verdaderos hijos de sus madres, pero siempre hay al menos uno o dos que salvan, que nos hacen sentir que sí tenemos familia alguna. Ahora, ¿qué hacemos con ellos? como nos dijeron que la familia siempre va a estar con nosotros, nos cerramos a pensar que es cierto y los vamos dejando cada vez más de lado. Lo asumo, si preguntaran quién lo ha hecho, tendría que levantar avergonzada mi mano, al igual que muchos más.

Las personas no son eternas, y cuando llegan a decirnos que se han ido, nos duele en el alma ese jugo y esa hora que no ocupamos en lo que realmente importa.



Primera vez que odio un viernes.


31 mar 2009

Simple.



Qué importa si los teléfonos explotan,
si las nubes dejan de tener forma
o no aprendo a bailar tango jamás.

Tampoco interesa si se triza mi vaso favorito,
si el perro rompe todos mis calcetines
o si se corta alguna cuerda de la guitarra.

Hoy me siento estelar.


21 mar 2009

No lo dudes



Y aquí estamos hoy. Sábado, sintiendo como si fuera viernes. No te gustaría que acabara, ¿cierto? Pero aquí estamos y así son los sábados. Bien sabemos que los domingos hemos de morir, pero no despertamos los lunes sentiéndonos mejor, ni mucho menos bien
. Nunca ha sido así, el que diga lo contrario que saque la cabeza por la ventana a ver si se congela por contradecirnos. También sabemos que en invierno brilla el sol, pero no da calor, y que siempre hay alguien gritándonos a lo lejos que volvamos a casa.

Pero así son las cosas, así son los sábados:
la otra cara de los viernes.


11 mar 2009

Ayer fue martes


Yo sería como Guaripolo, cantaría. Esa canción Faithfully no nos tocaría en nada, excepto en el coro. Porque los caminos serían el lugar perfecto para nosotros dos, y amar a un hombre de música
sería lo mejor que podría pasarme.

Tú serías como Sopapiglobo,
me acompañarías con la guitarra.


28 feb 2009

Don't you remember?


La otra tarde regaba donde solían estar las flores amarillas y las moradas. Increíble como solo dos colores hacían que la vista desde el palto fuera apacible. Maravillosa. Comienzo a creer que ese fuera su lugar favorito por tanto tiempo, aunque ya no sea el mismo. Los ojos los perdió quién sabe donde, no viene al caso. Y no son los dias lluviosos ni los lunes. La guitarra le sonaba tan dulce y clara que creyó haber recuperado su vida, pero él no estaba ahí, era sólo la radio. Los siempre también le pesan.

Siempre lo supo.

23 feb 2009

La Luna


La Luna vive sola
y tiene que entender
que el Sol que la ilumina
también hace brillar a otra Luna
que despierta con él
al amanecer y al atardecer.


La Ley.

3 feb 2009


SUCEDE




Que lástima que den las 3:43 de la tarde y esté aqui escribiendo,

declarando con desgano que suelo ser imparcial.

Y que extraña me siento, especialmente hoy,
pensando en esas canciones que levantan mi ánimo,

esas canciones que hablan del sol y días lindos
siendo que considero más hermosa la lluvia.

Los que me conocen pueden decir sin dudas
que cuando veo desconocidos agradables en la calle les sonrío.
(Menos mal que mi ventana no da a la calle)

Soy inconstante y cambiante, faltando tres minutos para las cuatro.

De vez en cuando me llegan las ganas
de simplemente dejar caer el vaso que tengo en las manos.
Sin embargo, no lo hago y lo retengo con más fuerza.
Creo que la próxima vez lo dejaré caer.

Son las 4:01 del martes
que lástima que no estás conmigo esta tarde.
Olvidé hacer mi cama.


28 ene 2009

Unplugged.



Dejemos que los lápices decidan

en caso de que las vacas no quieran caer del cielo.


12 ene 2009

Musica de fondo para cualquier fiesta animada



Yo le digo a don Benedetti
que no quiero ser rumba, tampoco mambo ni chachachá,
mucho menos merengue o bolero.
Solo quiero ser un tango, con pasodoble y todo.
Para dejarme cantar,
para no acordarme que allá espera el estuche.


7 ene 2009

Está bien volar



Corrí, corrí y corrí. Los rieles pasaban con una velocidad alarmante por debajo de mis pies. No había nadie persiguiéndome, pero me sentía como en una pesadilla. La respiración agitada y el amargo sentimiento de tener que correr por mi vida. O tal vez no mi vida, podría haber estado tratando de salvar algo más.

«Vete de mi casa» asi tal cual me dijo.

En ese preciso instante la guitarra voló por la ventana, y así fue como mi hogar dejó de serlo. Por fin me di cuenta de que mis fotografías nunca estuvieron en su álbum, ni tampoco la máquina contestadora mencionaba mi nombre. Los recuerdos de ese lugar eran mios y solamente mios, asi que me largué sin esperar el día.

La verdad es que ya olvidé por qué corría, no tengo pesadillas desde los diecisiete años ni tampoco creo tener enemigos capaces de atacarme con algo más que su indiferencia. No diré que el mundo se me está dando vuelta, no es así.

De repente pasó el tren de las 7:00 am y desperté. Pude ver a mi perro corriendo, tratando de hacerle carrera al aburrido maquinista, y yo esperando, admirando el temblor de las inocentes piedras, intentando encontrar la moneda que el tren acababa de aplastar.

.. entonces, por primera vez en la semana, estaba sonriendo.